Calcular correctamente el valor de una empresa

El valor de nada: Cómo calcular correctamente el valor de una empresa

Algunas frases de una de las obras de teatro de Oscar Wilde, El abanico de Lady Windermere, me han venido frecuentemente a la mente en mis 25 años en el mundo de finanzas y negocios.

Wilde escribe sobre dos ingleses de clase media-alta en el siglo XIX hablando de la naturaleza de la miopía y el cinismo:

Sr. Cecil Graham pregunta: «¿Qué es un cínico?»

Lord Darlington contesta: «Alguien que conoce el precio de todo y el valor de nada.»

Cecil Graham responde rápidamente: «Y un sentimental, mi amigo Lord Darlington, es el hombre que percibe un valor absurdo en todo, pero no conoce el precio de nada.»

El valor de algo puede ser muy distinto a su precio

En negocios, como en la vida personal, el valor de algo puede ser muy distinto a su precio. Mientras asesoraba a propietarios de empresas en valoración corporativa, me di cuenta de que solían confundir el precio por el valor. Desafortunadamente, muchas veces, esta confusión sale a la luz en el momento de la compraventa con precios que no reflejan el valor de la compañía.

Quizás, para determinar el precio durante un proceso de compraventa, es vital realizar una valoración de la compañía. Estas auditorías/valoraciones diseccionan la empresa al máximo detalle, analizando sus ventas actuales y previstas, rentabilidad de ventas / fondos propios / deuda / activo, deuda, rotación de inventarios y coeficiente deuda/acciones. También consideran la alineación del producto con las necesidades, los deseos y el crecimiento del mercado. Analizan el suministro, el cumplimiento y el rendimiento operativo. Este análisis da como resultado un valor que después se negocia hasta obtener el precio final de compraventa. Como puede ver, en este proceso, no hay sentimentalismo. Todo se basa en números concretos.

Sin embargo, Lord Darlington tiene razón. Puede que en el precio final no se refleje el valor verdadero de la empresa. Todos nos hemos sorprendido alguna vez por los precios que han sido pagados por algunas empresas. Ha habido precios que han superado las expectativas de las auditorías y algunos que se han quedado debajo de ellas. En estos casos, es posible que los vendedores y los compradores hayan negociado el valor de la empresa, no su precio.

 

No ignore los factores cruciales para el éxito y el valor continuo de una empresa

Hace unos años, me pidieron ayuda para reestructurar una empresa de tecnología que acababa de haber sido adquirida por una entidad de capital riesgo. Aunque habían realizado la due diligencia debida antes de negociar el precio, era muy obvio que el valor de la empresa para los nuevos dueños era mucho menor que el precio que pagaron por ella. ¿Por qué? Porque ignoraron los factores cruciales para el éxito y el valor:

El equipo correcto: ¿Tiene la empresa el mejor equipo posible con respeto a factores como liderazgo, gestión y personal para llevar a cabo la estrategia corporativa?

Los talentos requeridos: ¿Tiene el personal los talentos necesarios para poder afrontar los problemas del futuro?

La cultura adecuada: ¿Es la cultura de la empresa saludable? ¿Apoya la iniciativa, la innovación, el crecimiento y el respeto por todos los miembros del equipo? ¿Piensa el personal que su participación es valorada?

La comunicación adecuada: ¿Hay comunicación transparente, profunda, abierta y normalizada entre los equipos de la empresa para asegurar el aprendizaje continuo y la responsabilidad individual? ¿Entiende y apoya el propósito, la visión y la misión cada miembro del equipo?

Los recursos adecuados: ¿Podrán cumplir la tecnología y los recursos físicos de la empresa con las demandas operativas actuales y futuras?

La estructura adecuada: ¿Están de acuerdo las estructuras operativas y organizacionales de la empresa con su visión, estrategia corporativa y modelo de negocio?

Si la empresa de capital riesgo hubiera considerado estos factores fundamentales en su evaluación, habría ofrecido un precio considerablemente menor o incluso quizás no habrían hecho una oferta. Es decir, para calcular el valor de una empresa, considerar los números financieros y operativos es necesario, pero no suficiente.

Mirar más allá de la due diligencia permite a los compradores calcular mejor el precio adecuado de la empresa y a los vendedores a justificar pedir un precio más alto. En la terminología de Lord Darlington, es esencial comprender completamente el valor de la empresa para poder determinar su precio.

Este artículo fue escrito por Paul Hager, Partner – ONEtoONE Corporate Finance USA.

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