¿Quieres saber cuál es el valor de tu empresa?

Una valoración es un proceso técnico cuyo objetivo es cuantificar los activos que integran el patrimonio de una empresa, la posición competitiva que ocupa dentro de su sector y las expectativas de generación de riqueza que tiene. Para poder realizarla, se requiere de amplios conocimientos financieros: hay que conocer el modelo de negocio de la empresa, cuáles son sus elementos de creación de valor, además de entender el sector en el que opera y el mercado.

La valoración tiene diversos objetivos y utilidades: para empezar, intenta calcular el valor real de una compañía. Pero también es capaz de aportar argumentos que justifiquen el precio de venta en una operación, identificar áreas a mejorar dentro de la estrategia o la organización de la empresa o detectar posibles áreas de crecimiento dentro del sector.

En el contexto de una operación corporativa, puede ser conveniente que tanto el comprador como el vendedor dispongan de una valoración sólida y fiable.

El valor no es único, siempre contiene aspectos subjetivos, con independencia del método de valoración que sea empleado. Contemplar el valor real de la compañía ayudará a abordar la negociación desde ángulos más interesantes de negociación.

Ambas partes podrán defender su valoración y se alcanzará el acuerdo más equitativo en el precio.

Una valoración no es una auditoría. No se lleva a cabo comprobación de los estados financieros, sino que se parte de unas cifras aportadas que se consideran válidas. Aunque, en principio, cualquier persona con conocimientos contables y financieros podría realizar esta tarea, solo un profesional cualificado y especializado es capaz de aplicar el método de valoración específico y necesario para cada empresa. Además, sabrá interpretar los resultados de la manera más ventajosa y correcta.

Esto es importante, no solo de cara a la negociación de cualquier operación corporativa, sino en el caso de litigio. Un asesor especializado es capaz de defender con argumentos sólidos, desde un punto de vista técnico, el valor que se desprende del proceso de valoración.

Existen varios métodos para valorar cuánto vale una empresa. Algunos tienen en cuenta simplemente el valor de los activos de la empresa, lo cual arroja una visión limitada del valor de esta. Existen otros métodos más completos: el método de descuento de flujos de caja y el método de las compañías comparables.

Si quieres saber en detalle cómo te lo contamos todo en nuestro artículo sobre métodos de valoración empresarial.

En el proceso de compra, los compradores se encuentran con la dificultad de acordar un precio con el vendedor. Esto sucede porque el valor percibido por ambas partes es diferente.

Debido al concepto del valor subjetivo, muchos vendedores establecen el precio de sus empresas basándose en el apego que sienten por ellas. Esto implica iniciar una negociación a partir de precios emocionales. Un comprador, obviamente, no compartirá esta visión.

También es frecuente pensar, por ejemplo, que, si se factura mucho, la empresa valdrá mucho, pero esto no es necesariamente así. El valor de la empresa dependerá de otros factores materiales y potenciales que solo una valoración profesional puede desvelar.

Sólo con una valoración rigurosa puede demostrar el verdadero valor de una empresa, tanto al comprador como al vendedor y ayudará a alcanzar un término medio en el establecimiento del precio y las condiciones de una transacción.

Los compradores arriesgan su capital en la compra de una empresa, así que deben conocer las fuentes de valor. Un buen trabajo de valoración les ayudará a entender bien la empresa, las sinergias y a detectar los ángulos más interesantes de negociación.

Una buena valoración ayuda al comprador a entender el potencial de crecimiento futuro de la empresa. Analizar su historial financiero y no financiero ayudará a ver lo que ha sido la compañía, su verdadera situación actual y las posibilidades de creación de valor que contiene.

También tendrá en cuenta el cash flow y las verdaderas necesidades de caja para los próximos meses, de manera que puedan estructurar la oferta adecuadamente y evitar sorpresas.

Si te planteas vender o la búsqueda de inversión, ya sea por la necesidad de atraer recursos, como si te encuentras en un proceso de expansión, un informe de valoración es un arma para preparar una buena negociación con la otra parte.

Ante todo, te permitirá entender el verdadero rango de valor objetivo de tu empresa. Te ayudará a entender los puntos fuertes y débiles de la compañía, algo especialmente importante para preparar a la empresa antes de comenzar un proceso de venta. Podrás ponerla a punto para su venta, para optimizar su valor y lograr así el mayor precio posible.

La valoración también te permitirá entender las variables que sustentan el valor y el impacto de las sinergias con la empresa del comprador en el valor. Si somos capaces de negociar bien, nos permitirá capturar gran parte del valor de estas sinergias.

Un inversor busca la rentabilidad de su inversión. Una buena valoración se basa en el crecimiento de la empresa y en su valor y potencial, y ayudará a agilizar la negociación, argumentando y justificando el precio solicitado en la inversión.