¿Cuánto vale mi empresa? Métodos de valoración de empresas

¿Cómo valorar mi empresa? Métodos de valoración

El mundo de las fusiones y adquisiciones está ligado indiscutiblemente a la valoración de empresas. Saber cuánto vale mi empresa es el primer paso para iniciar una operación de compraventa.

La valoración es una tarea es vital para llevar a cabo la venta de tu empresa, si así lo has decidido. También es útil para afrontar el mercado en el que te encuentras, conocer qué papel juega en él tu compañía, y entender a la competencia.

Quizá nunca te has planteado cuáles son los métodos de valoración de empresas porque desconoces su importancia. Te demostraremos que la valoración es una herramienta excelente, no solo a la hora e vender tu empresa, sino para mejorar su rendimiento. Un exhaustivo análisis de valoración es esencial para introducir mejoras y marcar la diferencia dentro de nuestro sector.

El problema es que lo que la idea que un empresario tiene del valor de su compañia y el valor real pueden ser cantidades muy distintas. Para que comprendas la diferencia, en este artículo queremos explicarte las claves  y los métodos de valoración más empleados en el mercado

Índice de contenidos 

Qué es y para qué sirve valorar tu compañía: ¿puedo saber cuánto vale mi empresa? 

Para valorar una empresa, con independencia del método de valoración elegido, hay que cuantificar los elementos actuales que constituyen el patrimonio de la empresa, la posición competitiva que ostenta dentro de su sector y las expectativas futuras de generación de riqueza. Mediante este análisis se determinarán los elementos creadores de valor y se podrá concretar un rango de valor. Así se genera una opinión fundamentada de lo que puede valer la empresa.

¿En qué consiste una valoración?

La valoración de una empresa es un trabajo técnico, que requiere de amplios conocimientos financieros. Se debe conocer bien el modelo de negocio de la empresa, cuál es su estrategia, entender su mercado y dónde están sus elementos de creación de valor.

Hay que dejar claro que una valoración no es una auditoría. El analista no efectúa una comprobación de los estados financieros, sino que parte de unas cifras que, inicialmente, se consideran válidas. Tampoco es un diagnóstico exhaustivo de todas las áreas de la empresa, sino que el analista al valorar se centra desde un principio en las áreas críticas que sirven para descubrir los conductores de valor.

Una valoración no es una auditoría, ya que el analista no efectúa una comprobación de los estados financieros, sino que parte de unas cifras que, inicialmente, se consideran válidas.

¿Para qué sirve una correcta valoración?

Si te planteas comenzar algún tipo de operación corporativa, ya sea la búsqueda de inversores, una fusión o venta, la valoración juega un papel clave en el proceso.

Disponer de un informe de valoración es un fundamental para preparar una buena negociación con inversores, por ejemplo. Por otro lado, te ayudará a conocer qué posición ocupa tu empresa en el mercado y qué valor tiene.

A veces, durante un mandato de venta, se le indica al empresario cual es el resultado de la valoración de su empresa. Es habitual que su respuesta sea: «Para mí vale más». Esta reacción encierra un significado muy profundo para el empresario. Para el fundador, su empresa es como un hijo. Él es quien la ha creado y la ha visto crecer. Le ha dedicado su vida y tenderá de manera natural a sobrevalorar su precio debido al apego que siente por ella.

Por eso, si quieres vender tu empresa, lo recomendable es que te pongas en la piel del comprador. Éll evaluará tu empresa sin ninguna carga emocional. Puede pensar: “Si pago todo eso por la empresa, ¿cómo voy a ganar yo dinero?”.

Francisco Duato, socio de ONEtoONE Corporate Finance, nos resuelve las dudas más comunes sobre la valoración de empresas. Descubre en nuestro podcast cómo calcular el valor de tu empresa.

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Factores a tener en cuenta para conocer el valor de tu empresa

El valor de una compañía depende de cuánto beneficio obtendrá, equilibrado por los riesgos involucrados. Pero el flujo de caja pasado, la rentabilidad y los valores de los activos son solo los puntos de partida. A menudo, los factores que proporcionan mayor valor, son los más difíciles de medir. Ejemplos de estos serían: las relaciones comerciales clave y fidelidad de los clientes.

Además de estos, existen algunos factores clave que influyen en el valor de las compañías. Las circunstancias personales serían una de ellas. Una venta forzada a causa de un problema de salud, por ejemplo, podría obligar al propietario a aceptar la primera oferta que se le presente. Por ello, lo común es que cuanto más tiempo se tenga para llevar a cabo la venta, mejor será el precio que recibirá por ella.

Ahora te preguntarás: ¿qué debo tener en cuenta exactamente para valorar mi empresa? ¿Qué método tengo que utilizar? La valoración de una compañía va mucho más allá de cuantificar los elementos creadores de valor. Supone un trabajo técnico y financiero con mucha investigación de fondo. Piensa que es tu trabajo, tu compañía, tu esfuerzo diario al que has dedicado días y noches. A continuación, te mostramos cuatro factores que debes considerar si quieres valorar tu empresa:

1. Rentabilidad y riesgo

Las empresas se valoran en función de “su rentabilidad” y “su riesgo”. Es en estos conceptos en los que se fijan los compradores.

El objetivo final que se quiera dar a la valoración condiciona el método o métodos a utilizar. En este sentido, el método de valoración utilizado variará en función del destinatario. Por ejemplo, un inversor financiero buscará rentabilidad en un período de tiempo determinado y un inversor estratégico puede buscar otros fines con la adquisición, como obtener más cuota de mercado, eliminar a un competidor o incorporar una nueva línea de actividad. En cualquier caso, cuando se valora para negociar una compraventa de empresa, todos los métodos son válidos si sirven para apoyar racionalmente una negociación.

2. Razones personales

Cada uno hace su valoración, pero hay que tener cuidado con este tipo de criterios. Ya que viene dado por motivos emocionales que impulsan a compradores o vendedores a ser subjetivos. En muchas ocasiones, puede suponer una barrera, es por ello por lo que hay que realizar un informe exhaustivo y tiene que ser estudiado y analizado por expertos en el área.

3. El entorno afecta al valor

Debes tener también presente que las empresas no son islas. Su valor depende también de factores externos. Por ejemplo, en términos generales si la Bolsa cotiza en múltiplos altos tu empresa vale más que si la Bolsa está baja, aunque tu empresa no cotice ni vaya a cotizar en Bolsa.

4. Para una buena valoración se requiere buena información

Previamente a abordar cualquiera de los métodos de valoración de empresas, es muy importante disponer de la mayor cantidad de datos financieros históricos de la compañía, ya que así la valoración se ajustará en mayor medida a la realidad sobre el valor de la compañía.

Una vez que hemos puesto de manifiesto la relevancia de llevar a cabo una exhaustiva valoración de tu empresa, la siguiente pregunta que nos surge es: ¿cómo valoro mi empresa? Para ello explicaremos cuáles son los métodos de valoración más utilizados.

Tipos de valoración de empresas

Existen varios métodos para valorar cuánto vale mi empresa. Principalmente se utilizan los siguientes: el descuento de flujos de caja y el método de las compañías comparables.

1. La valoración por descuento de flujos de caja

Este método de valoración, también conocido como DFC o discounted free cash flow, incorpora las expectativas que tenemos en cuanto al desempeño futuro de la compañía y sobre su capacidad de generación de flujos de caja a través de los recursos que hay en la empresa. Una empresa puede usar su flujo de caja libre actual o su flujo de caja libre esperado si la empresa tiene la intención de realizar cambios operacionales en un futuro cercano.

El uso del método de valuación de flujo de caja libre requiere que descuentes los flujos de caja futuros anticipados. Eso significa que se ha de traer al presente el valor proyectado de los flujos de caja de los próximos 5 o 10 años. Este cálculo puede ser complejo, ya que implica algunas suposiciones sobre los flujos de efectivo operativos, los gastos de capital, los aumentos de capital de trabajo y el crecimiento. Sin embargo, el enfoque no cambia. El objetivo es determinar el valor de los flujos de efectivo operacionales de la empresa generados durante un período de tiempo después de eliminar las inversiones de activos necesarias. Este valor puede ir a los accionistas en particular o a la compañía en general, pero los flujos de efectivo operativos son los impulsores.

La principal ventaja de este método es que mide elementos del valor de la empresa que otros métodos no son capaces de recoger, en concreto la capacidad de generar beneficios en el futuro. Sin embargo, plantea el inconveniente de que hay que realizar numerosas hipótesis para su cálculo y por lo tanto se convierte en un método laborioso.

2. La valoración por el método de múltiplos de transacciones comparables

El método de valoración por múltiplos de transacciones equivalentes consiste en analizar el precio pagado en transacciones anteriores por compañías parecidas, para obtener así una estimación del precio que se está pagando hoy en el mercado por una compañía como la tuya. La idea básica es que las empresas con características similares deberían comerciar en múltiplos similares, en igualdad de condiciones.

Este método es el que más se utiliza porque tiene la ventaja de que es más rápido, más simple y más práctico, aunque, a veces, si no se aplica bien puede ser también el más alejado de la realidad. Uno de los factores relevantes para la selección de las compañías comparables es el tamaño: no es aconsejable tomar como comparables a empresas con un volumen de ventas o unos beneficios inferiores en un 50% al de la empresa objetivo.

Estas comparaciones son relativamente fáciles de realizar, y los datos necesarios generalmente están disponibles, siempre que las compañías comparables se coticen en bolsa. Además, suponiendo que el mercado está valorando eficientemente los valores de otras compañías, este método proporciona un rango de valoración razonable, mientras que otros métodos de valoración, como el anterior, dependen de toda una serie de suposiciones. En muchas de las ocasiones el método de compañías comparables se utiliza como método de contraste frente al descuento de flujos de caja.

Conclusiones

La valoración es una tarea fundamental para vender tu empresa o conocer tu mercado. Para obtener un precio adecuado, tengo que saber cuánto vale mi empresa. Pero como hemos visto, ningún método de valoración es perfecto para cada situación. Al conocer las características de la empresa, se puede seleccionar aquel que mejor se adapte a la situación.

1. La valoración maximiza el precio de la empresa

La elaboración de un informe de valoración es un trabajo fundamental para preparar una buena negociación. Con él, podemos maximizar el precio de la empresa al disponer de argumentos numéricos lógicos y trabajados.

Un informe de valoración es un trabajo fundamental para preparar una buena negociación y para poder maximizar el precio de la empresa al disponer de argumentos numéricos lógicos y trabajados.

2. La valoración aporta una visión objetiva y real de la empresa

La visión de la empresa que tienen el vendedor y el comprador suele variar mucho. Si eres el vendedor, es probable que te sientas decepcionado si los compradores no ven el potencial que tiene tu compañía. Al final, la motivación tanto para los compradores, como para los vendedores, es la certeza de que están cerrando un buen trato.

3. La valoración permite crear una estrategia de éxito

Los datos son los reyes de la valoración. Antes de abordar cualquiera de los métodos de valoración, es crucial validar que los datos financieros históricos que dispone la empresa son precisos. Solo de esta forma, en coherencia con el planteamiento estratégico, se podrá realizar una proyección fiable. Asimismo, la valoración será de mayor calidad cuanto mayor sea la información disponible respecto al modelo de negocio de la empresa y de las variables que afectan al desarrollo de su actividad.

4. La valoración debe basarse en bases de datos sólidas y amplias

En cuarto lugar, los métodos de valoración más comunes son el denominado descuento de flujo de caja y el método de las compañías comparables. El primero de ellos, y más empleado, tiene como principal ventaja su capacidad de medir elementos de anticipación a los beneficios obtenidos en el futuro. Sin embargo, es un método laborioso y muchos compradores, especialmente en las fases iniciales, prefieren usar métodos más sencillos. Y el método de las compañías comparables, aun siendo más simple, plantea el inconveniente de la dificultad para encontrar transacciones comparables.

De este hecho radica la importancia de disponer de una base de datos sobre gran cantidad de fusiones y adquisiciones en los últimos años, así como conocer el sector. Por tanto, para saber cuánto vale mi empresa, para poder venderla al mayor precio, la mejor opción es contactar con profesionales con experiencia contrastada en valoración.

5. La mejor valoración la lleva a cabo un equipo profesional

Por último, a pesar de haber varias métodos de valoración empresarial, la clave del análisis reside en el equipo encargado de la operación. La empresa que asesora debe tener en cuenta factores futuros, como la proyección de la compañía, la posibilidad de alianzas con otras compañías, inversiones en I+D, cambios en las regulaciones, posibles cambios en los hábitos de los consumidores, la internacionalización de compañía o la posibilidad de adaptar el producto/servicio a mercados extranjeros, la posibilidad de explotar nuevas gamas de producto, etcétera.

¿Te planteas vender tu empresa? ¿Tienes una idea de cuánto puede valer? ¿Te gustaría saber cuál es el margen de mejora de tu actividad?

Te animamos a llevar a cabo una valoración de tu compañía. Hazlo de la forma más profesional posible. Se trata del primer paso para conocer cuánto vale tu empresa y para lograr el máximo beneficio por su venta.

Si aún te quedan dudas sobre cómo puedes valorar tu empresa, en ONEtoONE hemos elaborado el eBook «¿CUANTO VALE MI EMPRESA? LOS PRINCIPALES MÉTODOS DE VALORACIÓN».

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