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Orienta tu labor en ser servicial

¿Quieres sirvientes o buenos colaboradores? No busques que tus equipos te sirvan, intenta servir a tu equipo por el bien de la compañía, es decir, orienta tu labor en ser servicial.

Si eres un buen líder harás que las personas de tu alrededor sean mejores como resultado de tu presencia. Crea inspiración en tu equipo, comunicándoles el valor y potencial que tienen para que logren verlo en ellos mismos.

Fortalece a tu equipo con el efecto Pagmalión, la consecuencia que tienen tus palabras sobre los demás. Un perfecto ejemplo de este caso se puede ver en el famoso cuento de Disney “La Bella y La Bestia”. En esta historia, La Bella utiliza el efecto Pagmalión con La Bestia. Tu colaborador debe ver que tú crees en su verdadero potencial, muéstrale tu confianza y logra que esté a la altura de sus expectativas.

En algunos casos los directivos se enfocan en ver las debilidades de sus subordinados, y otros en las fortalezas. Los directivos que se fijan en las fortalezas logran de manera natural un equipo muy superior porque inspiran y sacan lo mejor de sus colaboradores.

¿Cómo se ve a sí misma la gente en tu presencia? Los buenos lideres consiguen convertir a sus colaboradores en héroes, haciéndoles crecer como personas. No sofoques a tu equipo con tus expectativas, deja que te sorprendan dándoles espacio para fortalecerse a sí mismos.

Las personas que mueven tu empresa serán la clave para el éxito, consigue sacarles lo mejor a cada uno y verás cómo resultado la mejor versión de tu empresa. Tú eres el líder, depende de ti que logres explorar todo el potencial que tu equipo tiene para ofrecer.

Saber reconocer el buen trabajo de los demás es tu arma más poderosa. Si no la utilizas haz tu mayor esfuerzo por hacerlo. Y, si la utilizas, no dejes de hacerlo. Tus colaboradores tienen hambre de feed back positivo. De esta manera mostrarás interés en tu equipo, en su crecimiento y en su futuro. Si eres leal a tu empleado tu empleado será leal a tus objetivos.

Que no se te olvide que tú eres el ejemplo a seguir de tus colaboradores, si quieres que confíen en ti, pídeles consejos. Tienes la suerte de tener coaches trabajando contigo: tus subordinados. ¿Qué tengo que hacer mejor? Indaga hasta que te lo digan. Cuando tienes un problema dentro de ti todos tus colaboradores lo ven, menos tú. No te obsesiones con lo que tienes en la cabeza, no descuides la escucha activa a lo que tenga que decir, al final cada uno de ellos se enfrentan a trabajos diferentes que a lo mejor tu no conoces.

La relación sana consta de tres elementos: confianza, entendimiento y respeto de ambas partes. Construye tu equipo con esos tres fundamentos y tendrás una empresa y una vida mucho más exitosas. Y recuerda, orienta tu labor en ser servicial.