La mayoría de los inversores privados juegan a bolsa como quien juega a la ruleta o a las tragaperras, no entienden lo que compran, no saben si está caro o barato porque sencillamente no saben valorar empresas, ni conocen los fundamentales de la empresa ni de la industria. Algunos invierten a lo loco, sin pedir consejo. Otros se dejan guiar por asesores que, aunque no lo parece, están tan despistados como ellos. Por ello, muchos de ellos fracasan a la hora de invertir en bolsa.
Cuando ven que sube la bolsa, compran, temerosos de que se les escape, sin entender que las acciones se hacen más peligrosas y arriesgadas cuando sus precios suben.
Los gestores de los fondos suelen tener rendimientos parecidos (generalmente inferiores por las comisiones que cobran) a los índices que intentan batir.
¿Es buen momento para entrar?
La bolsa americana, que marca el ritmo de las demás, está en máximos. A nivel macro, en Europa, Draghi continua inundando el sistema de liquidez para sostener bolsas y bonos. A China se le acaba la artillería de deuda pública y se desacelera (las grandes actores chinos buscan salir del país antes de la bofetada). La USA de Trump apuesta por el proteccionismo y la repatriación de capitales. Las estructuras de la Unión Europea empiezan a agrietarse. No parece buen momento macro para invertir.
No olvides que el mercado es un péndulo que siempre gira entre el optimismo insostenible (que convierte a los valores en muy caros) y el pesimismo injustificado (que provoca que los valores estén muy baratos). Por eso el inversor inteligente es aquel que vende en las etapas optimistas y compra en las pesimistas.
Cuanto más caro compres, menor será tu retorno, por eso, si quieres invertir tus ahorros buscando rentabilidad, te recomiendo que esperes a que se produzca una crisis y las bolsas caigan con fuerza (cuando veas el IBEX por debajo de 8.000).
Cuando compres, no compres valores aislados, y nunca valores pequeños o poco líquidos. Compra fondos índice (ETFs) y aprovecha las leyes de la codicia y el pánico.
Tal vez tengas que esperar algunos años a ver una fuerte caída, no importa. Peor es comprar y ver cómo se va tu dinero en la caída.
Para un buen inversor, la paciencia y la sangre fría es clave. El dinero lo ganan todos aquellos que con paciencia y fina observación van detrás de los que lo pierden.
Al final, como se comporte tu inversión es menos importante que como te comportes tú. Tu peor enemigo como inversor eres tú mismo. Si tienes la paciencia de esperar a una etapa de pánico, que aparecerá antes o después, y la sangre fría de comprar entonces, conseguirás buenas rentabilidades.
Artículo escrito por Enrique Quemada, Presidente de ONEtoONE Corporate Finance Group, en Expansión.com
