Mergers & Acquisitions, Compraventa de empresas

¿Mi cliente o mi inversor?

Si te planteas la compra de una empresa, algunas dudas que te surgirán serán ¿quién va a financiarme?,¿dónde busco mi inversor? Existen diferentes alternativas que pueden hacer posible que te conviertas en empresario. Una de ellas es lograr que tus clientes pasen a ser, de algún modo, tus inversores.

La idea es intentar acordar con el vendedor que el primer pago se produzca seis meses después de la compra de la empresa y trabajar durante ese periodo para adelantar el pago de los clientes.

Puedes también pactar un pago semanal durante esos seis meses y dar garantías en caso de no pago, por ejemplo las acciones de la propia compañía. Podrías pactar que en la venta se le entrege una serie de pagarés (un instrumento físico da mucha más seguridad) de la propia empresa en calidad de pago por prestación de servicios de consultoría que el vendedor irá cobrando en las fechas señaladas.

Antes, deberás analizar el flujo de caja neto que genera cada semana la compañía para verificar que puedes disponer de ese importe, es decir, que tus clientes pueden ser tus inversores. Busca fórmulas para aumentar en ese periodo la generación de caja.

Una manera de aflorar liquidez sería incrementar los descuentos por pronto pago, otra plantear a los clientes una fórmula de pago adelantado por una anualidad de servicio con un descuento interesante para ellos.

En definitiva, hay numerosas vías para conseguir que los propios clientes te faciliten ese primer pago.

Si la empresa que quieres comprar es un proveedor clave para un cliente que se siente mal servido por los gestores actuales, dicho cliente puede estar muy interesado en el cambio de gestión y podrá ayudarte con fórmulas para que este cambio se produzca.

Cientes + Bancos

Tal vez el empresario actual no esté utilizando el factoring como fórmula de financiación. En ese caso podrás usarlo tú para financiar la compra. En el factoring la empresa cede el crédito comercial de sus clientes a un tercero, que se encarga de gestionar su cobro a cambio de una comisión  y unos intereses por la financiación (anticipo del vencimiento de pago de las facturas de sus clientes).

Con el factoring vendes las facturas a cobrar a una entidad financiera y esta te adelanta el dinero quedándose con un diferencial. De esta manera puedes llegar a un acuerdo con un banco para que te adelante el importe de las facturas a pagar por los clientes en los siguientes meses y con ese dinero realizar tú un pago al empresario.

Otra fórmula es  el confirming, donde el banco compra el crédito que tienes sobre tus clientes, de manera que te paga un dinero y a partir de ahí tu cliente tiene la deuda directamente con el banco.

Cuando contratas un confirming, das de baja el saldo como cliente de tu balance y trasladas al banco el riesgo de impago, esto es lo que técnicamente se conoce como la venta de un crédito comercial al contado y sin recurso. Con el dinero que el banco te ha pagado (con un descuento) por ese crédito puedes tú hacer un pago al vendedor.

Seguro que en más una ocasión te han dicho la frase “los clientes siempre son lo primero”, como ves, en casos como los que he expuesto aún más. Los clientes son tus aliados.

Si estás buscando inversores para tu empresa, contacta con nosotros con total confidencialidad.

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