Mergers & Acquisitions, Compraventa de empresas

¿Eres tú mi empresa ideal?

Ahora es el momento de actuar. Te planteas comprar una empresa y justo, aparece una oportunidad. Te debates entre un impulso que te hace pensar “debe ser mía” y el pensamiento negativo de “algo oscuro o turbio debe haber detrás para que sea una oportunidad”. Ideas encontradas que te hacen plantearte, al igual que la princesa Disney, si se trata de “tu príncipe azul”, la compañía que siempre has soñado, tu empresa ideal. Para dar respuesta lo ideal es que analices los 4 aspectos que te detallamos en este artículo.

Lo primero que debes tener en cuenta es la procedencia o calidad del origen de la oportunidad presentada. La propia fuente por la que viene servirá como indicación de si es una oportunidad real. ¿Viene a través de un banco de inversión o te la ofrece un intermediario no conocido? Si se trata del segundo caso se más cauto. ¿El vendedor está pagando asesores? Si lo hace, significa que tiene voluntad de vender ¿Se trata de un proceso formal de venta?, ¿Te han hecho firmar un acuerdo de confidencialidad?, ¿Hay un cuaderno de venta? Esta información es esencial, pues en muchas ocasiones el dueño está solo tanteando el mercado para ver si hay interés por su empresa o cuál puede ser su valor. En otras ocasiones la operación te la presenta un intermediario que ha oído campanas y quiere sacar algo sin saber si el dueño desea realmente vender.

 

El segundo punto es responder a la pregunta de si venden todos los accionistas de la compañía.Se trata de un aspecto fundamental para conocer si se trata de una verdadera oportunidad de compra. En muchos casos, tras profundizar en el proceso puedes descubrir que se trata de un accionista minoritario que está atrapado con un 15% y busca un comprador para “salir de ahí”. Lo normal en esos casos es que su paquete accionarial sea adquirido por los mayoritarios.Generalmente es poco sensato sustituir en el problema a un minoritario descontento y además, pagar dinero.

Sin embargo, por otro lado puede darse el hecho de que los que venden son una mayoría de los accionistas, pero los minoritarios tienen derecho de tanteo y pueden abortar tu operación si no la has acordado también con ellos. Cuando sólo una minoría quiere vender, hay que ser creativo y diseñar fórmulas que permitan cerrar la operación. Se trata habitualmente del tipo de operación más complicada y las posibilidades de que no termine saliendo son muy elevadas.

Como tercer punto está la calidad de los asesores. Si el equipo asesor que rodea al vendedor no tiene experiencia en este tipo de procesos es muy posible que la operación se estropee o que su ejecución resulte mucho más difícil y atropellada. Por eso, debes fijarte en el tipo de asesores y abogados que tiene el vendedor antes de embarcarte en una operación de compra. Una posibilidad es decirle que estás dispuesto a estudiar la operación siempre que contrate asesores de corporate finance y abogados con experiencia probada en compraventa de empresas. Sin duda, a mayor calidad de asesores, mucho mayor es la posibilidad de que salga la operación.

El cuarto punto y más importante a analizar es estar seguro de que es realmente el tipo de empresa que buscas. Clarifica si la empresa está en la fase de desarrollo que te interesa: start-up, crecimiento o madurez. ¿Realmente has desarrollado habilidades útiles para competir en ese sector? ¿Se ajusta al sector y tipo de negocio en el que tú tienes capacidades y experiencia real? ¿La empresa está en una zona geográfica accesible y próxima a tu vivienda, y en buena ubicación geográfica para desarrollar su negocio con éxito? Todas estas reflexiones debes hacerlas antes de embarcarte en el proyecto de compra.

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