Probablemente alguna vez te hayas planteado la idea de vender tu empresa. No es una idea que haya que tomarse a la ligera, pues sin duda es una de las decisiones más importantes que tomarás en tu vida empresarial. Es normal que tengas dudas, pero si existen fuertes razones para venderla y no tomas la decisión puede que las consecuencias sean peores (pérdida de valor, cierre o pérdida de la oportunidad para maximizar el precio de las acciones).
Existen diferentes motivos para plantearse la venta de tu empresa, que a continuación mencionaremos para que te sirvan de guía/ayuda:
Personales – los que te afectan a ti mismo, como persona. Pueden ser problemas físicos o problemas que afecten a tu modo de comportarte.
Familiares – aquellos que se centran en quién se quedará al frente de tu negocio. Suelen producirse cuando existen desacuerdos respecto a ésta sucesión.
Legales – motivos que normalmente están fuera de tu alcance. Son en su mayoría cambios en las leyes o legislaciones, contra los que los empresarios no pueden hacer nada.
Económicos – es uno de los motivos más complicado porque los temas de dinero siempre son así. Pueden producirse por falta de dinero o búsqueda de nueva inversión en la compañía.
Societarios – los relacionados con aquellas decisiones que involucran a los accionistas de la empresa, es decir, a los socios.
Competitivos – en este caso las amenazas competitivas pueden ser predecibles, si se les pone la atención adecuada y se prevén con tiempo.
Ahora que conoces cuáles pueden ser las motivaciones que te lleven a vender tu empresa debes decidir si alguna de ellas puede aplicarse a tu situación.
¿Es la hora de decidir?
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