Mergers & Acquisitions, Compraventa de empresas

No sirves como directivo

Como directivo no te contratan para mandar, sino para servir. En lugar de buscar que sus equipos les sirvan, los líderes intentan servirles a ellos para el bien de la empresa.

Un líder empresarial está para ayudar a sus colaboradores a ser mejores y facilitar su trabajo. Su misión es proveerles de las herramientas para que puedan dar lo mejor de ellos mismos. De hecho, un buen directivo está detrás, facilitando las cosas.

Tu trabajo como directivo no es decir a la gente cómo deben hacer las cosas. Debes indicarles qué es lo que hay que hacer y dejar que te sorprendan con su trabajo. Evita entremeterte en sus responsabilidades.

Ser líder es hacer a los demás mejores como resultado de tu presencia. Es comunicarles su valor y potencial de manera tan clara que les inspires para reconocer esas capacidades en ellos mismos.

Si quieres que las personas de tu equipo florezcan utiliza el efecto Pigmalión, es lo que hizo Bella con Bestia en el famoso cuento llevado al cine por Disney. Haz que tu colaborador vea que tú crees en su verdadero potencial, muestra tu confianza y él estará a la altura de tus expectativas. Este puede ser un buen reto para el curso que comienza.

Los buenos directivos hacen crecer el auto concepto de su gente, les ayuda a sentirse y convertirse en grandes profesionales. Un gran profesional es alguien que sabe aguantar un minuto más, alguien que voluntariamente anda en lo desconocido, es aquel que hace todo lo que puede. Pregúntate, ¿cómo ve a sí misma la gente en mi presencia?

El líder fomenta un sentimiento de comunidad, ayuda a que sus colaboradores se sientan respetados, queridos y vean que realizan algo importante. Crea orgullo de pertenencia.

Como lider debes entusiasmar, porque el entusiasmo es el secreto del éxito de una organización. Cuando tus colaboradores se entusiasman, todo es más fácil. Si un directivo no crea pasión e intensidad, no habra pasión en su equipo.

Una empresa sólo se convierte en la mejor versión de sí misma si la gente que la mueve está luchando para ser la mejor versión de sí mismas. Depende de ti.

Si queremos cambiar a nuestro equipo, debemos primero examinarnos y ver si hay algo que debemos cambiar en nosotros. Sé el cambio que quieres ver en tu empresa. Se modelo. Igual en tu casa, en tu familia.

La lealtad de tu equipo será consecuencia de tu lealtad hacia ellos. Ten interés real en ellos, en su crecimiento, en su futuro. Ellos lo valorarán y te lo pagarán con creces. Y aquellos que estén dispuestos a trabajar más de lo que exige su trabajo acabarán cobrando más de lo que merecen.

La mejor manera de triunfar como directivo es olvidarte de ti y servir a tu equipo. Parece una paradoja, pero es verdad.

Artículo publicado por Enrique Quemada, Presidente de ONEtoONE Corporate Finance, en Expansión.com

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