Mergers & Acquisitions, Compraventa de empresas

¿Te compensa contar con socios financiero al comprarte una empresa?

El socio financiero inyecta dinero en forma de capital. La ventaja para ti de este capital es que ayuda a incrementar la capacidad de endeudamiento, que no requiere un calendario de repago ni te exige a ti garantías o un pago de intereses.

Cuando invites a socios financieros a participar contigo en la operación ten también presentes los inconvenientes.

Has hecho los deberes, has localizado una empresa muy interesante que va a ser la empresa de tu vida, en ella vas a poner todos tus esfuerzos para crear valor y riqueza para ti y los tuyos. Ya has negociado y vas a comprar la empresa por 10 millones de euros, has conseguido una financiación de vendedor del 70%, de manera que al principio solo tienes que aportar 3 millones de euros. Para ello vas a constituir una NEWCO y un banco te da financiación por dos millones euros. Tú, hipotecando tu casa y poniendo tus ahorros consigues tú 500.000 euros, ¡te faltan los otros 500.000!

Entonces encuentras un posible coinversor. Va a ser un inversor financiero, no quiere entrar en la gestión, solo comprar la empresa contigo. Constituís la empresa y cada uno pone el 50% del dinero y tiene el 50% de las acciones. Pasan los años y se pagan las deudas al banco, la empresa crece y crece y según prospera te vas poniendo más nervioso  ¡Tengo que repartir el 50% del valor que se crea con un socio que solo puso 500.000 euros y nunca ha hecho nada más! Eso fue lo que pactaste y ahora debes atenerte a las consecuencias.

En el momento del proceso de compraventa de la compañía, tu verdadera preocupación era encontrar a alguien que te ayudase a comprar la empresa de tu vida y no reparaste en más. Según pasan los años y crece la empresa las consecuencias de tu decisión se van inflando como un globo.

Antes de buscar un socio financiero hay otras soluciones que debes explorar. Por ejemplo, pedir un préstamo participativo a una sociedad de capital riesgo pública como ENISA o plantear a ese mismo inversor que te conceda un préstamo con un interés para él bastante elevado y dándole como garantía tus acciones en la empresa.  Cuando hayas devuelto el préstamo serás libre y propietario del 100% de las acciones.

Una solución intermedia para ti e interesante para el socio podría ser ofrecerle un 20% de la compañía por 200.000 euros y un préstamo de 300.000 al 15% a devolver en tres o cinco años, dándole el derecho para el caso de que no cumplas tu compromiso de convertir el préstamo en acciones y hacerse con el 50% del capital.

De esta manera, te garantizas el control de la sociedad, le das un buen interés por su préstamo  y la opción de ganar mucho dinero como accionista si la empresa va bien.

Otra posibilidad sería darle un préstamo más agresivo (al 20%) que todo fuese convertible en acciones en caso de no cumplir tú con tus compromisos de pago.

Si le das el 50% por una inversión de 500.000 y luego generas 1 millón de euros de beneficios al año, le estás dando un retorno del 100% anual sobre su inversión, cuando podrías haberle ofrecido un 20% a través de un préstamo y, además, evitar tener que dar cuentas a socios.

Naturalmente, si has negociado ya con el vendedor y con los bancos, tendrás más fuerza frente al posible socio financiero que si te diriges a él al inicio de la operación cuando tú todavía no has hecho tus deberes.

 

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