6. Comprar con prisas
Evitar caer en las urgencias del vendedor y marcar el ritmo del proceso. Las prisas suelen guardar motivos ocultos. Si caes en la dinámica del vendedor no podrá negociar adecuadamente o examinar suficientemente bien la empresa que compras .
7. Contar con asesores baratos
Lo barato sale caro. En una operación corporativa debes rodearte de buenos asesores en compraventa de empresas , comprometidos, analíticos, exigentes y capaces de detectar inconsistencias y de defender con rigor tus intereses.
8. No estudiar a tus socios
Puedes estar tan volcado en estudiar la operación y en levantar fondos para poder realizarla, que dediques menos tiempo a analizar a aquellos socios con quién vas a hacer la compra de la empresa. Tan importante como la calidad de la empresa que compras es la de los socios con quien realizas la adquisición. Un socio equivocado te puede amargar una buena compra.
9. Pagar por el valor que tú vas a crear
No caigas en la trampa de pagar por el potencial de creación de valor que según el vendedor debería la empresa si se arreglase esto o aquello. Todo eso es el valor que vas a crear tú. Paga al vendedor por lo que vale en ese momento lo que él te vende y deja todo el crecimiento o las mejoras para crear valor para ti.
10. Las ambigüedades
Cuando alcances un acuerdo, deja claro cuánto tiempo va a quedarse el vendedor, concreta con claridad las formas de pago, qué atribuciones tienes tú como gestor respecto a tus socios, como se va a remunerar tu creación de valor y cierra de manera clara todos aquellos aspectos que sean relevantes en la operación. No dejes temas abiertos a interpretación pues se volverán contra ti en el futuro y se convertirán en piedras que dificultarán la gestión futura de la compañía o que incluso pueden llegar a arruinarla.