Mergers & Acquisitions, Compraventa de empresas

¿Qué hago si la banca no me financia?

La banca española está tratando de reducir sus balances a toda costa y, para ello, corta la financiación a las empresas. Lo hace cancelando pólizas de crédito cuando toca renovación o exigiendo unos diferenciales muy elevados.

Según avanza el proceso de desapalancamiento bancario (que nadie se confíe, pues está mitad de camino), muchas empresas se estrangulan financieramente y se ven obligadas a buscar otras vías de financiación.

En este escenario, sólo podrán sobrevivir al concurso de acreedores (y posterior liquidación) aquellas empresas que sepan reaccionar pronto y adopten una actitud proactiva de búsqueda de alternativas, antes de convertirse en víctimas del siguiente recorte bancario.

Sin duda, el hecho de que una empresa endeudada haya llegado viva al 2013 es muy meritorio, pues desde el 2008 han caído ya 400.000 compañías. Las que consigan aguantar hasta el final de la crisis saldrán extraordinariamente reforzadas, pues numerosos competidores desaparecidos habrán dejado un amplio mercado por cubrir.

¿Qué alternativas hay?

La primera y principal es la búsqueda de capital. Con 1,3 billones de euros en deuda en las empresas españolas, en los balances de muchas de ellas sobra deuda, ya no cabe más. Lo que falta es capital. A pesar de ello, muchos propietarios se resisten a dejar a entrar a un socio en su compañía y sólo vienen a pedir ayuda a los asesores en fusiones y adquisiciones cuando están al límite, han presentado el pre concurso y ya no queda tiempo para encontrar una solución. Recuerdo a dos hermanos, empresarios, que tenían a finales del 2008 tres ofertas de grandes grupos inversores y se resistían a dejarles entrar; entonces les dije: «cuando os pregunten vuestros hijos ¿Papá, porque somos pobres?, les diréis: porque no dejamos entrar inversores en navidad del 2008». Y así fue, en 2011 habían perdido la empresa, su casa y el resto de su patrimonio que avalaba los créditos.

Hay inversores. España es un país muy atractivo para los inversores extranjeros, con gran seguridad jurídica y con fácil acceso al inmenso mercado europeo. Por ello muchos grupos empresariales están buscando tomar posiciones en nuestro país. La reforma laboral ha hecho mucho más atractiva la inversión en España y los asesores en compraventa de empresas lo estamos notando. Pero el empresario es quien debe tomar ya la iniciativa para capitalizar su empresa pues, como nos recordaba el general MacArthur, «Todos los fracasos de la humanidad se resumen en dos palabras: demasiado tarde».

Otra alternativa para captar inversores es el Mercado Alternativo Bursátil. Para una empresa con proyectos de expansión, el MAB es una opción que sin duda conviene estudiar, pues permite capitalizar la empresa para afrontar la crisis, liderar la concentración en el sector y convertirse en un referente, ya que cotizar en Bolsa se identifica en el mercado como una garantía de transparencia y prestigio.

El capital riesgo español es otra vía, pero ya no es lo que era, ha perdido gran parte de su capacidad inversora. Muchos de ellos están enfangados en la gestión de sus participadas, intentando que sobrevivan a la crisis. Los únicos capitales riesgo verdaderamente activos son públicos y los que invierten en proyectos tecnológicos y de internet.

Las empresas que todavía tienen espacio para la deuda en sus balances pueden solicitar préstamos participativos públicos. Organismos como ENISA, de la Dirección General de la Pyme, están haciendo una gran labor de financiación a compañías que son solventes pero que no reciben financiación bancaria. Lo mismo hacen organismos autonómicos como, SODICAMAN en Castilla la Mancha, IREA en Andalucía o SPRI en el País Vasco, por citar algunos.

Aquellos que están saliendo en el exterior, tienen en COFIDES un organismo que financia hasta el 70% de las inversiones en activo fijo fuera de nuestras fronteras. Sin duda una opción a considerar.

España es un país de Pymes y muchas de ellas carecen del tamaño para exportar y para competir en un mercado global, por ello viene una obligada concentración empresarial. Mi recomendación al empresario es que tome las riendas de la situación, en lugar de esperar a que las cosas le sucedan. Sólo con una actitud proactiva conseguirá los recursos financieros necesarios para aguantar los años que quedan de crisis, pues no nos engañemos, la sequía de crédito en España se va a agravar.

Enrique Quemada, CEO de ONEtoONE Corporate Finance.

Publicado en Expansión.com

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