¿Te sucede a ti?

Cuando tenía 16 años trabajaba en Barclays Bank como limpiador en sus oficinas centrales de Brighton (Inglaterra). Nunca me saludó ninguno de los trabajadores. En mi inocencia de juventud me impactó que para ellos yo era un ser sin rostro, un fantasma que aspiraba, vaciaba papeleras y limpiaba mesas, nunca ninguno me miró ni me saludó. No era relevante porque no les podía ayudar a prosperar, no era útil para ellos, por eso me ignoraban.

Vivimos rodeados de seres sin rostro, vemos en televisión inmigrantes sin rostro. No somos capaces de ponernos en sus zapatos y menos de sentirlos como iguales. Cuando oyes en la radio que ha habido un accidente piensas en el atasco que se va a producir y como te va a retrasar, no en la persona que lo sufre.

La Sociedad quiere enseñarte que sólo importa lo que Haces y lo que Tienes, no  lo que Eres. Por eso, tantos ignoran a quien no le resulta útil.

¿Te sucede a ti? ¿Te ignoran? ¿Ignoras tú al que no te sirve para ser relevante?

Muchos piensan que Son lo que la gente piensa de ellos, que Son su reputación y viven por y para cuidar esa imagen que les da la vida, piensan que la felicidad está en ser relevante. Si te sucede, esta búsqueda de la relevancia te despersonaliza, te aísla y empobrece.

Ignorar a los demás no es sólo una falta de caridad, es también un error estratégico. El éxito es la consecuencia natural de hacer favores y de servir a los demás. Cuando das creas abundancia. Todo lo que das vuelve multiplicado.

Me siguen sorprendiendo los profesionales que, cuando les pides un favor te responden: «qué me das a cambio». ¡No se han enterado! y están condenados a vivir en la escasez.

Que diferente aquellas personas que viven con propósito. Que tienen un objetivo en la vida que les trasciende a ellos y a su propio éxito y bienestar. Son personas que salen de si y de su zona de confort, se dan y al hacerlo, disfrutan, crecen y reciben de vuelta (multiplicado).

No busques ser relevante, busca ser un agente de cambio que inspira y transmite energía a los demás. La intención y la intensidad con que hagas las cosas te producirá más bienestar que tus logros. No vivas para la reputación, vive para la contribución.

Artículo publicado por Enrique Quemada, presidente de ONEtoONE Corporate Finance, en Expansión.com