A la hora de querer abrir una empresa y que esta tenga éxito se necesita suficiente capital para poder sacarla adelante. ¿Dónde buscamos ese capital? ¿Cuáles son las mejores opciones? Debes tener cuidado con quién compartes los trozos de tu tarta, ya que el día que quieras vender tu compañía te importará mucho qué porcentaje de ese capital tienes tú.
¿Quién puede compartir contigo la tarta?
1) Darles capital a los empleados en fases tempranas de la compañía puede resultar un problema, ya que es complejo a la hora de calcular el valor que pueden llegar a tener las acciones. La percepción que tú tienes del porcentaje del capital es distinta con respecto a la de tu empleado. Él solo quedará satisfecho con un porcentaje elevado, ya que considera que ese porcentaje es ilíquido y le da menos probabilidades de éxito que tú. Un buen sueldo es mejor valorado.
2) Si no tienes cómo pagar el sueldo del mercado y quieres suplirlo con acciones ten mucho cuidado. Nuestro consejo es darle el doble del valor a las acciones que estás utilizando ya que ellos conocen el riesgo de que no se convierta en dinero.
3) Algo muy importante, si le vas a dar acciones a un empleado, es que debes haber trabajado con él el tiempo necesario para conocerlo muy bien, porque la relación de socios es como un matrimonio, y un mal matrimonio puede llevar la empresa al fracaso.
4) Si conoces a alguien indispensable y muy necesario para tu empresa, una manera de fidelizar es darle capital. Eso permitiría alineación y compromiso con la empresa. El consejo seria dárselo a los directivos claves, esas personas que van a luchar contigo y defender los intereses de la empresa para que salga adelante.
5) El último consejo sería conseguir el dinero a través de inversores garantizando una rentabilidad determinada y, en el caso de no alcanzarla, comprometerte a ceder acciones.
Piensa bien con quién compartes los trozos de tu tarta. No cometas errores porque te pueden llevar al fracaso.
