11 claves para preparar tu empresa para la venta

¿Sabes cómo preparar tu empresa para su venta?

¿Te planteas vender pero no has pensado en preparar tu empresa para la venta? ¿No sabes la diferencia de precio que puedes obtener con una debida preparación de las áreas cruciales de tu empresa?

Imagina que un amigo te cuenta que mañana va a correr una maratón, pero que no ha entrenado ni un día. ¿Qué le dirías? Es muy probable que de tu boca salieran frases como «¡Estás loco! Es peligroso para tu salud.» o «Sin preparación es una temeridad.». Llevarías toda la razón. La preparación en las carreras es fundamental. Ocurre lo mismo en muchas otras facetas de la vida y con la venta de tu empresa no es una excepción.

Contenidos

11 claves para preparar tu empresa para la venta

1. Preparar la empresa para la venta: haz más atractiva tu empresa para obtener un mayor precio

Como asesores en compraventa de empresas solemos indicar que la preparación es el 90% del éxito en la venta de una compañía y cuando el empresario toma la decisión de vender la empresa, muchas veces nos encontramos con empresas que no están preparadas para su venta de una forma óptima por lo que sería aconsejable dedicar tiempo en resolver cualquier «debilidad» que encontremos antes de la venta porque a buen seguro, estos factores reducirán su valor y/o dificultarán el proceso de venta. Lógicamente, esto lleva tiempo y lamentablemente, en demasiadas ocasiones, el empresario, ya no dispone de él.

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Siempre que dispongas de este tiempo, es aconsejable preparar la venta de tu empresa con uno o dos años de antelación. El objetivo es centrarse en llevar a cabo mejoras en la compañía que aumenten su valor, haciendo que sea más atractiva para atraer a compradores y aumentar así la probabilidad de éxito. Es importante, además, eliminar aquellos obstáculos que podrían dificultar la venta y minimizar el impactos negativos y consecuencias patrimoniales de la venta.

El trabajo durante la preparación de la empresa para la venta se enfoca en identificar los aspectos claves de mejora, actuar sobre ellos y reducir los posibles riesgos que percibiría hoy un potencial comprador. A lo largo de este artículo te indicamos algunos aspectos sobre los que deberías trabajar para preparar la empresa para su mejor venta.

Es el momento de poner en forma la compañía para que seduzca a los inversores. Comienza el “entrenamiento”.

2. Preparar la empresa para la venta: ¿Qué productos o servicios tienes en cartera?

Lo primero es realizar un análisis exhaustivo de tus productos o servicios. Analiza cuáles son tus costes, el margen que aplicas, etc. Pregúntate si diversificar tu porfolio de productos o servicios te hace más competitivo y atractivo de cara a un inversor.

Trabaja los elementos diferenciales en términos de productos difíciles de copiar, patentes, contratos exclusivos de zona, determinadas calificaciones de la administración pública, etc. Cualquiera de los anteriores puede ser muy valorado por los compradores. Para ello la recomendación es reflexionar si existen barreras de entrada en tu sector y ver si tú puedes disponer de elementos claves que permitan a un comprador superar esas barreras.

Vinculado a tu cartera de productos y servicios, debes analizar si estos son exportables. Es decir, si pueden ser vendidos/ofrecidos fuera de tus fronteras. Hoy en día muchos inversores buscan que no solo el porfolio de productos o servicios este diversificado en términos de clientes, sino también en términos geográficos. Buscan que el producto o servicio sea vendible en mercados que ellos operan, muchas veces a nivel global en el caso de multinacionales. Si no lo has hecho, trata de analizar el mercado exterior (por ejemplo, tu país vecino) para ver si te es beneficioso tener nuevas alternativas a la comercialización de tus productos u oferta de servicios.

Procura estar orientado a producto y no a servicio. Incluso una empresa de servicios puede estandarizarlos convirtiéndolos en un producto eficiente.

3. Preparar la empresa para la venta: productos y control de las existencias

Para preparar tu empresa para la venta, lo más recomendable es de llevar un inventario mensual de tus existencias, lo más actualizado posible y a valor de mercado. Si tienes existencias sin contabilizar, tendrás que regularizarlas si no quieres que el valor de tu empresa se reduzca en la negociación de la venta. Ten en cuenta que el comprador no va a pagar existencias no contabilizadas, habrá contingencias fiscales, etc., por lo que esto abriría puntos “calientes” de negociación en el proceso de venta de la compañía.

Evita roturas de stock. Planifica tus compras y el stock que tienes en el almacén para que cualquier imprevisto no suponga una rotura de stock y tus clientes se queden desabastecidos. Por ejemplo, durante la pandemia, ante la escasez de materias primas, algunas empresas han tenido que parar su producción por no disponer de un margen de seguridad en sus almacenes.

Si aún no lo has hecho, te aconsejamos que inviertas en un buen programa informático para el control de gestión. En la pequeña y mediana empresa es común encontrar oportunidades de mejora en la gestión del día a día, que muchas veces pueden ser cubiertas con un programa informático solvente. Supera la resistencia al cambio tanto por tu parte, como por parte de tus empleados, ya que verás que un buen programa informático es una inversión que compensa en rentabilidad, eficiencia y control de gestión.

4. Preparar la empresa para la venta: ¿Quiénes son tus clientes?

Aquí, la cantidad y calidad de los clientes con los que operas es clave para ser atractivo de cara a un inversor. Si tu cartera de clientes está compuesta por unas pocas empresas, piensa si es conveniente buscar alternativas.

Nuevos servicios o productos

Nuevos productos o servicios que permitan tener una cartera de clientes diversificada y sin dependencia de unos pocos. El inversor va a mirar que el futuro de la compañía no se vea comprometido a la hora de tu salida y quedarse ellos al frente de la compañía.

Además, de cara la venta de la empresa, una excesiva dependencia de un cliente puede conllevar una reducción en precio o una condicionalidad con un pago a futuro en función del mantenimiento de ese cliente.

Idealmente procura que ningún cliente suponga más del 15% de tu cuenta de resultados.

Cualificación de clientes

Analiza también la calidad de tus clientes. Para ello, desglosa el margen que obtienes con cada uno de ellos. Hemos trabajado con empresas donde la reducción de las ventas eliminando los clientes no rentables suponía una mejora del margen absoluto.

Cómo cobras a tus clientes también es importante de cara a la preparación de la empresa para su venta. Si cobras por adelantado tus servicios, por ejemplo, en forma de bonos, ten cuidado con la correcta imputación de las ventas.

En ocasiones vemos que las empresas reconocen como ingresos la totalidad del bono cuando lo venden y, en realidad, los deben reconocer cuando prestan el servicio. No hacer esto correctamente puede suponer ajustes en el beneficio del año que afectan a tu margen y a tu EBITDA. Como consecuencia, el valor de tu empresa se ve afectado. Recuerda que el valor de la compañía será clave en la negociación del precio final de venta.

5. Preparar la empresa para la venta: ¿Quiénes son tus proveedores?

Al igual que hablábamos sobre los clientes, ocurre con los proveedores. No es conveniente que dependas de unos pocos. Ten alternativas ante cualquier subida de las materias primas, cualquier cambio en las condiciones de los contratos, etc.

Busca alternativas para poder afrontar subidas de precio de materiales. En el entorno actual observamos, cada vez más, que las compañías industriales se enfrentan a una subida de precio en las materias primas generalizadas. Esto acentuado por la subida de precio de los carburantes y la electricidad. Aquellas compañías que tengan una estrategia de suministro de material más eficiente (mayor número de proveedores) y repercusión de aumento de precio a los clientes, podrán defender márgenes en una mejor medida.

6. Preparar la empresa para la venta: ¿Cuál es el estado de tu maquinaria?

Si tu maquinaria está obsoleta, trata de buscar la forma de renovarla y dar un mantenimiento adecuado cada año. Si un inversor tiene que realizar grandes inversiones en inmovilizado (capex) al entrar en la compañía, probablemente intente detraerlo del precio que ofrece por la empresa.

7. Preparando tu estructura societaria ¿es acorde para la venta?

sociedad

Si tienes claro que quieres vender tu empresa, como parte de la preparación de ésta, te recomendamos contratar a un fiscalista experto en operaciones de compraventa de empresas. Necesitas tener una estructura societaria adecuada conforme a la operación que quieres llevar a cabo.

Hay muchos factores societarios que debes contemplar en la venta de una empresa que afectarán fiscalmente a la misma:

  • La estructura societaria está formada por un holding
  • La venta de activos en lugar de acciones
  • La inclusión de inmuebles en la sociedad
  • La venta o no de ramas de actividad que no tiene una sociedad afecta única
  • Política de dividendos antes de la venta

Es esencial que dispongas de una planificación fiscal de la operación entre 6 meses y un año antes de comenzar la venta de la empresa.

Por otro lado, habrá factores familiares que afectarán también a la venta y en algunos casos incluso la impedirán, algunos ejemplos son aquellas empresas con un gran número de accionistas, algunos incluso ilocalizables, empresas en manos de la “generación de los primos”, o en las que sus accionistas están enfrentados. Identifica lo antes posible cualquier posible conflicto familiar y ponlos encima de la mesa cuanto antes y déjate asesorar e intermediar por abogados expertos en este tipo de conflictos familiares.

8. Preparar la empresa para la venta: la situación laboral de tus trabajadores

Estructura de la compañía

Lo primero es que analices si te has convertido en “el hombre orquesta” en tu empresa, todo pasa por ti.

Tienes que profesionalizar tu empresa teniendo una estructura que permita repartir responsabilidades y en la que todo no dependa de ti. Si no lo tienes, contrata un director general que gestione la empresa y te reporte a ti como presidente o CEO de la compañía.

Esto te permitirá realizar una transición mucho más sencilla cuando entre el comprador en la empresa, ya sea un inversor financiero o un industrial. Cuando el comprador observa una gestión de la compañía muy personalista, la operación suele fracasar, especialmente con compradores internacionales.

La plantilla

Ya centrados en tu plantilla de trabajadores, es crucial que tengas regularizados a todos tus empleados, es decir, paga horas extras, dietas, etc. Analiza la posible laboralidad de autónomos, o encuadramiento de socios que prestan servicios en la empresa, por ejemplo.

Los compradores buscan empresas bien organizadas y no quieren que les puedan surgir problemas a causa de alguna irregularidad laboral. Todas las posibles fuentes de problemas restan atractivo a tu empresa y por tanto pueden llegar a dar complejidad al pago del precio, en forma de pagos contingentes, cuentas “escrow” o disminuir su precio.

El aspecto laboral, en una empresa de servicios, es especialmente relevante de cara la venta de la compañía. En la medida en la que todo esté conforme a la regulación vigente, evitarás posibles contingencias en el proceso de venta. Recuerda que el objetivo de preparar tu empresa para su venta es eliminar obstáculos que puedan suponer un freno en el proceso.

Empleados clave

Crea, además, un equipo gestor con incentivos atractivos por cumplimiento de objetivos. Puedes crear también planes personales de desarrollo para fidelizarlos en la empresa. A los ejecutivos clave es recomendable involucrarles en la venta. Los necesitarás para ofrecer la mejor cara al inversor y asegurar que la empresa está en las mejores manos.

Durante esta etapa de preparación, es recomendable poner los medios para evitar que los directivos se vayan en las fases de negociación de la venta. Esto podría ser demoledor para el valor percibido por el comprador.

Una medida que hemos aplicado en alguna ocasión junto al empresario ha sido informar a los directivos clave de la idea de venta.

Existen diversas maneras de incentivarlos. Un incentivo es premiarles con un porcentaje del valor de la transacción. De esta forma, se les anima a luchar juntos para mejorar en este periodo los ratios financieros.

Otras veces, hemos definido un precio que consideramos razonable con el empresario. A continuación se les puede comunicar a los directivos que recibirán un porcentaje del incremento que se produzca sobre ese precio. De esta manera ven un claro beneficio en realizar un importante esfuerzo por la compañía. En cierta medida, se convierten ellos también en empresarios.

9. Preparar la empresa para la venta: ¿Cúal es tu estrategia empresarial?

La improvisación no es un factor que despierte el interés de los inversores. No definas tu estrategia “sobre la marcha”.

El plan estratégico en la preparación de la empresa para la venta

En muchas ocasiones las pequeñas y medianas empresas no cuentan con un plan estratégico concreto. Este plan es fundamental, ya que define los siguientes aspectos:

  • En qué punto se encuentra la empresa.
  • Hacia dónde se dirige.
  • Cuáles son los objetivos a alcanzar.
  • Cuáles son los medios para alcanzar esos objetivos.

Por tanto, elabora un plan estratégico que contenga todo esto. Es recomendable incluir un plan de negocio para un periodo de 3 a 5 años. Dentro de tu plan de negocio, trata de no generalizar. Especialízate, enfocándote en hacer pocas cosas muy bien y no muchas regular.

Debes hacer partícipes a tus empleados de este plan estratégico. Es importante que lo conozcan. Define la estrategia general de la empresa y concrétala a niveles inferiores. De esta forma, la estrategia se aplicará en forma de planes de acción por departamentos o por las diferentes áreas.

Cuando pongas tu empresa en el mercado, cualquier inversor, ya sea financiero o industrial, va a solicitar un plan de negocio realista y creíble sobre el que sustentar el futuro de la empresa. Pero «realista» no debe implicar falto de ambición.

Tienes que dar credibilidad, pero también generar interés en el inversor que busca rentabilizar la inversión que tiene que acometer. Ten en cuenta que el comprador tendrá más recursos y podrá acelerar el crecimiento de tu compañía.

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Cumplimiento del plan estratégico

Durante el período de preparación de la venta debes monitorizar el grado de cumplimiento del plan estratégico. Puedes hacerlo a partir de la gestión operativa de los planes de acción definidos. Haciendo este seguimiento, podrás comprobar su coherencia y desviaciones.

De este modo, los compradores verán que las previsiones se están cumpliendo durante el proceso de venta. Esto tendrá un triple efecto:

  • Aportará confianza en los compradores.
  • Les dará la sensación de que el riesgo de la operación es menor.
  • Aumentará el valor de tu empresa.

Entorno competitivo

Ser consciente de tu entorno competitivo es crucial en la preparación de tu empresa para la venta.

No dejes de analizar a tus competidores durante este proceso. Trata de llevar un seguimiento anual de cómo están tus competidores y compárate con ellos. Es importante realizar un comparativo sectorial en el que identifiques si creces al mismo nivel que el sector. ¿Estás por debajo o por encima?

Del mismo modo, analiza si tus márgenes están alineados con los del sector, si están por encima o por debajo. Averigua cuáles son los motivos que situan a tu empresa en el lugar en el que está.

Si sabes cuál es tu papel en el mercado podrás negociar mucho mejor la venta de tu empresa. También te permitirá defender mejor el precio que pides.

Gráfico de las tres ventajas que se obtienen al disponer de un plan estratégico al vender la empresa.

Ventajas de tener un plan estratégico al vender tu empresa.

10. Preparar la empresa para la venta: ¿Cómo se encuentra tu empresa financieramente?

Preparar la empresa para la venta requiere una revisión exhaustiva de su situación financiera. Esto abarca muchos ámbitos, desde los activos inmobiliarios hasta el excedente de tesorería de la empresa.

Cuadro de mando

El cuadro de mando es una herramienta de gestión que facilita la toma de decisiones. Éste recoge un conjunto coherente de indicadores llamados KPIs, por sus siglas en inglés: key process indicators. Los KPIs proporcionan a la alta dirección y a los responsables de área una visión comprensible del negocio o de su área de responsabilidad.

¿Cuentas con un cuadro de mando para el control financiero de tu compañía? Si no lo tienes, es el momento de hacerlo.

La información aportada por el cuadro de mando permite enfocar y alinear los equipos directivos, las unidades de negocio, los recursos y los procesos con las estrategias de la organización.

Organización de presupuestos

Aunque suene lógico, es importante que dispongas de presupuestos anuales, cierres trimestrales y mensuales.

Elabora un presupuesto anual al cierre de cada año. Es necesario para una planificación correcta de la empresa y para fijar objetivos en el corto plazo.

Además, lleva un control mensual de tus cuentas, calcula desviaciones de presupuesto y busca el origen de estas.

Gestión de la deuda

Intenta definir la deuda financiera de tu empresa. Es muy importante tener claro qué forma parte de la deuda de la compañía. Nos referimos concretamente a la deuda con coste financiero, tanto a entidades bancarias como a cualquier otra institución (leasings, bonistas, descuento de facturas, etc.).

En este sentido, también es necesario diferenciar las deudas con clientes. Los anticipos, por ejemplo, en términos generales son considerados como deuda.

Otro punto crucial a gestionar es la deuda que pudieras tener con otros socios. Si existe, debes formalizarla mediante contratos de préstamo para que llegado el momento quede claro cómo se va a amortizar.

Activos inmobiliarios vinculados a la empresa

Analiza también los inmuebles afectos a la operativa de la empresa. Es muy frecuente encontrar que la empresa es propietaria del inmueble donde está asentada y, en algunas ocasiones, incluso es propietaria de inmuebles no necesarios para la operación de la compañía. Siempre es recomendable separar la actividad inmobiliaria de la actividad productiva, cobrando un alquiler de mercado a la compañía.

Excedente de caja

Un punto que es recomendable revisar es la caja excedentaria. En la pequeña y mediana empresa es común encontrar un perfil conservador de gestión, donde los beneficios de años anteriores no se han repartido y han engrosado la tesorería. A la hora de la venta de la empresa hace falta hacer un estudio exhaustivo de las necesidades reales de caja para el funcionamiento de la compañía (fondo de maniobra) y tener clara la cantidad que se puede repartir a los socios antes de la venta de la empresa.

Por último, evita tensiones de tesorería. Gestiona tu caja si es posible cobrando a tus clientes por adelantado generando un ciclo de cash Flow positivo.

11. Valora tu empresa al preparar tu empresa para proceso de venta 

Un ejercicio esencial que te puede ayudar para analizar todos los puntos que hemos desglosado antes es la valoración de tu empresa. La valoración te permitirá entender los puntos fuertes y débiles de la compañía desde la perspectiva financiera, traducidos en números, y cómo afectan al valor, algo especialmente importante para preparar la empresa antes de comenzar un proceso de venta.

Es posible que te lleves sorpresas sobre cómo cambia el valor al tocar algunos elementos, Ejemplos de esto son los días de pago o los días de existencias. Te ayudará a entender cómo suelen valorar la empresa los potenciales compradores. Así podrás maximizar el precio tomando con anterioridad a la venta medidas que afecten a esa valoración.

Es necesario que dediques tiempo a entender los diferentes métodos de valoración y los valores a los que se han vendido otras compañías comparables para poder tener una orientación lógica del rango de valor que puede tener la tuya según las medidas que tomes.

La importancia de preparar tu empresa lo mejor posible para la venta

Durante el proceso la venta, el comprador potencial siempre realizará una auditoría o due diligence. Mediante este proceso se analizan los aspectos financieros, legales, mercantiles, laborales, medioambientales y de negocio de la compañía a adquirir. Adelantarse a las posibles contingencias que surgirían en la due diligence es esencial para el éxito de la operación.

Por otra parte, es mucha la información a preparar para la revisión que hará el comprador. Por eso, anticipar su preparación permitirá agilizar el proceso de revisión posterior. Además, te alertará sobre posibles deficiencias en la información.

Como has visto, no puedes salir a vender sin antes prepararte. Si quieres llegar a la meta de vender tu compañía, prepárate desde ya. La preparación será la clave de tu éxito.

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